dic. 9, 2014

Fernando Penna, empresario e inventor: "La imaginación no tiene límites, por lo que los inventos hay que probarlos"

Fernando Penna es un empresario y creador por vocación. Siempre inquieto e innovador, hace más de siete años decidió comenzar a proteger sus creaciones a través de distintas solicitudes de derechos de propiedad industrial. Hoy tiene en trámite -junto a su socio- siete patentes, modelos, y diseños, además de contar con dos registros otorgados en Chile, los que se suman a los obtenidos y en tramitación fuera del país.

Su último logro en estas materias lo obtuvo en septiembre pasado cuando el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI, le hizo entrega del título de modelo de utilidad registro número 275, el cual consiste en una modificación de una patente de invención que hizo hace dos años junto a su socio en la empresa TecnoComposites S.A.

Penna informa que "el sistema base sobre el cual está creado este modelo es un sistema de captación de gases de ácido sulfúrico en las tinas donde se hace la electro obtención de cátodos de cobre", quien agrega que "el objetivo fue crear un espejo de agua dentro de la tina obligando a cualquier elemento flotante a que salga rápidamente de la celda y, de esa manera, asegurar que la calidad del cátodo no se vea afectada por esta falla no controlada del proceso".

El empresario cuenta que un cliente negó que existiera un problema de arrastre de materiales contaminantes a las celdas o tinas, por lo que junto a su socio decidieron "resolver el problema, hacerlo parte de la realidad y no esconderlo (...). No sólo solucionamos un inconveniente, sino que les generamos un ahorro de dinero no menor al capturar este material y poder reutilizarlo".

Es así como este modelo de utilidad podrá ser usado en la industria minera, pero también será aplicable a otros procesos que involucren estanques, piscinas, pozos, entre otros. Por esta razón, Penna cuenta que patentará esta creación -por la naturaleza de su empresa, protegen sus inventos solicitando las patentes en países que estén relacionados con la minería de cobre- en Estados Unidos, Canadá, Perú, Brasil, México, Sudáfrica y Australia, tal como lo han hecho en otras oportunidades.

"La ayuda de INAPI fue muy importante en nuestro patentamiento, especialmente el apoyo de Liliana Quezada", dice el empresario al hacer referencia a la profesional de la Oficina de Atención de Usuarios de Patentes, dependiente de la Subdirección de Operaciones, que lo acompañó durante todo el proceso de solicitud de registro.

En ese sentido, Penna hace un llamado a acercarse a INAPI a patentar los inventos: "Pienso que en Chile hay ´cabeza´ para inventar cosas y buenas, y eso hay que patentarlo y fomentarlo. En el extranjero la propiedad industrial es una barrera de entrada muy importante en negocios de toda índole y se protege mucho al inventor o creador. Hoy en Chile, de a poco, se ha ido introduciendo este concepto".

Su experiencia le hace recomendar que, a la hora de inventar, los productos sean sencillos, eficientes y baratos, sin caer en copias de otras patentes y diferenciándose de lo que ya existe. "En nuestro rubro la copia es algo común. El problema es que cuando alguien copia no tiene idea del por qué de las cosas. En cambio el que inventa ya las tiene evaluadas y solucionadas".

Para finalizar, Fernando Penna hace un llamado a los inventores a "creérsela" y a que sigan inventando. "La imaginación no tiene límites, la teoría es teoría, y los inventos hay que probarlos. Si fuera por los comentarios y opiniones, nada de esto existiría. El chileno es chaquetero por naturaleza".

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