9 años han pasado desde que el limón de Pica, se convirtió en el primer producto chileno en obtener el Sello de Origen. A partir de ese momento, sólo los productores del desierto más árido del mundo, pueden ofrecer esta variedad en el mercado bajo ese nombre.
Se trata de una protección legal, que busca hacer frente a la competencia desleal, evitar la confusión de los consumidores y fomentar el comercio local. En consecuencia, es una herramienta que incentiva la valorización de los productos únicos de Chile.
Recientemente, INAPI reconoció a la Cerámica de Pañul, de la región de O’Higgins. Con este hito, ya suman 36 los productos con Sello de Origen, que se generan o se extraen en 13 regiones del territorio nacional.
“Hemos visto un creciente interés por parte de asociaciones de todo Chile, por proteger sus productos tradicionales a través del Sello de Origen. Esta tendencia confirma que los emprendedores ven el sistema de propiedad industrial como una herramienta útil y valiosa para diferenciarse en el mercado y aumentar su competitividad”, explicó la Directora Nacional de INAPI, Loreto Bresky.
Al analizar los tipos de productos que han recibido el sello, el 55,5% corresponde a alimentos, el 30,5% a artesanías, mientras que el 13,8% son fermentados, entre ellos la tradicional cerveza valdiviana y la sidra de Punucapa.
"Cuando compramos un producto con Sello de Origen, estamos fomentando el comercio local y la asociatividad. Es una herramienta muy potente para proteger a quienes viven de la elaboración o extracción de los productos únicos de Chile, que merecen su justa retribución. Como Gobierno seguiremos impulsando este programa que junto con defender a los productores, se focaliza en rescatar y poner en valor nuestras tradiciones", manifestó el ministro de Economía, Lucas Palacios.
Respecto a las regiones, Valparaíso lidera la lista de reconocimientos, con un 21% del total de sellos otorgados a la fecha, que considera al territorio insular con productos como la Joya del Pacífico, el Cangrejo Dorado y la Langosta de Juan Fernandéz, además del Atún de la Isla de Pascua.
Luego destaca la Región Metropolitana y la Araucanía, que concentran el 15,7% y 10,5% de los reconocimientos, respectivamente, con productos tan variados como la Chicha de Curacaví, la Alfarería de Pomaire y el famoso Prosciutto de Capitán Pastene.
En la actualidad, se tramitan 5 postulaciones que podrían derivar en la obtención del sello, lo que a juicio de la directora de INAPI es una buena noticia para los consumidores que “hoy consideran y evalúan el origen de los productos, la historia y la tradición como variables importantes al momento de enfrentar la decisión de compra, sobre todo en las categorías de nicho”.
Conoce los productos en el siguiente enlace.