Detalle

El ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine y la directora nacional de INAPI, Loreto Bresky, se reunieron con productores y artesanas que han sido favorecidos con el programa, que nació en 2012, para promover el rescate de las tradiciones.

El museo de Violeta Parra, fue el escenario de una llamativa exhibición de productos tradicionales de Chile, que cuentan con protección a través del programa Sello de Origen.

Representantes de la chicha de Curacaví; la Alfarería de Pomaire; la sal de Cáhuil y de los chamantos de Doñihue, fueron parte de los productores y productoras que se congregaron con motivo del inicio de las celebraciones de fiestas patrias.

El ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, destacó que estos productos “constituyen una manera de promover nuestra identidad como país, nuestras raíces regionales, y cómo impulsar también el emprendimiento y el turismo”.

En la actividad, se lució un telar utilizado para la confección de los chamantos y mantas corraleras de Doñihue, prendas que demoran más de 5 meses en ser terminadas, debido a la gran cantidad de detalles que deben considerar las tejedoras. Filomena Cantillana es una de ellas, oficio que desarrolla desde hace casi 70 años y que “gracias al Sello de Origen se ha valorado mucho más. Nuestra intención es que esta linda tradición perdure en el tiempo y que las nuevas generaciones sepan administrar esta herencia cultural”.

La exhibición contó con 15 de los 32 productos que han sido reconocidos a través del Sello de Origen, programa que nació en 2012, para potenciar el trabajo de productores/as, artesanos/as y pescadores/as, vinculado/as a productos únicos del país.

La directora nacional de INAPI, Loreto Bresky, destacó que el programa “tiene una doble función, porque junto con beneficiar directamente a los productores, también favorece a los consumidores, porque les permite conocer la calidad y origen de los productos. Seguiremos impulsando esta iniciativa para potenciar el trabajo con las asociaciones a lo largo de todo el país”.

La muestra permitió que quienes asistieron  interactuaran con los productos típicos y conocieran con mayor profundidad sus formas de elaboración, a través del relato de sus propios protagonistas. Además se dieron a conocer las herramientas tradicionales que se utilizan para cada actividad.