Mejoras funcionales y mejoras estéticas en un mismo producto
Es importante entender que la propiedad intelectual dice relación con información o conocimientos que son intangibles, esto es, que no pueden percibirse por los sentidos, pero que si pueden incorporarse en objetos tangibles.
La propiedad intelectual no reside en esos objetos tángibles, sino en la información y conocimientos reflejados en los mismos.
Los activos de una persona o de una empresa pueden dividirse de modo general en dos categorías: activos físicos, que incluye edificios, maquinaria, activos financieros e infraestructura; y activos intangibles, que van desde el capital y los conocimientos humanos hasta las ideas, estrategias, planes de negocios, marcas, dibujos o modelos y otros frutos intangibles del talento creativo e innovador de una empresa. Es tradicional que los activos físicos correspondan a la parte principal del valor de una empresa, y se han considerado como el elemento principal para determinar la competitividad de una empresa en el mercado.
En los últimos años esto ha cambiado de modo radical. Las empresas están comprendiendo cada vez más que los activos intangibles son ya más valiosos que sus activos físicos.
A continuación señalaremos algunas diferencias básicas para entender la diferencia entre la propiedad intelectual, que recae sobre intangibles, y la propiedad común, que recae sobre bienes físicos:
- Al contrario de la propiedad física, de la que sólo puede usar o disfrutar una persona o un número limitado de personas en un momento dado, los productos intelectuales pueden ser utilizados o disfrutados potencialmente por un número ilimitado de personas sin privar a su propietario de su uso o goce. Una manera básica de utilizar los activos de la propiedad intelectual es permitir su utilización simultánea por un número determinado de usuarios, a cambio de un pago.
En el lenguaje de la propiedad intelectual esto se denomina conceder en licencia los derechos de los que se es titular. Esta licencia puede servir para fines diferentes, en países diferentes, durante tiempos diferentes, por usuarios diferentes (llamados titulares de licencia o licenciatarios) que pueden pagar cantidades de dinero muy diferentes.
- La propiedad física tiene un valor mientras haya demanda de ella o mientras la misma exista. La propiedad intelectual sólo tiene valor para su titular durante el tiempo en el cual las leyes permiten que el producto intelectual se trate como una propiedad, suponiendo que esté todavía en demanda en el mercado.
- El propietario de un bien físico tiene un control sobre ese bien mucho mayor del que podría tener el propietario de un producto intelectual si no existiese el sistema jurídico de la propiedad intelectual. Según sea el tipo de propiedad intelectual, hay normas diferentes que rigen su creación, la naturaleza y alcance de los derechos que se le aplican y el tiempo y circunstancias en que estos derechos pueden aplicarse prácticamente.
- Hay una posibilidad mayor de robo y de controversias sobre la titularidad y uso de la propiedad intelectual que sobre la propiedad física. Un objeto físico sólo se ha robado si su posesión cambia de mano, mientras que la ley considera que la propiedad intelectual se ha "robado" cuando, sin permiso de su creador o propietario, se copia, imita, adapta, traduce, expone o utiliza como aportación o punto de partida para otras iniciativas de invención o creación. Una falsificación, o versión pirateada, aunque sea mejor que la original, es un robo, porque se basa en ideas, expresiones, conceptos o tecnologías robados. Comprenderlo es esencial para captar la importancia del sistema jurídico de los derechos de propiedad intelectual y su aplicación práctica en la estrategia comercial.
- Al igual que la propiedad física, la propiedad intelectual tiene un valor comercial. Los gastos en propiedad intelectual o las rentas que devengue pueden grabarse con impuestos. Los bienes de propiedad intelectual adquiridos pueden aparecen en los libros de mayor y los balances. Los derechos de propiedad intelectual pueden asegurarse. Los flujos de renta relacionados con derechos de propiedad intelectual pueden convertirse en títulos negociables y utilizarse como garantía para conseguir créditos de bancos y otras instituciones financieras. Hay cada vez más capitalistas de riesgo que sólo quieren apoyar los negocios que hayan adoptado medidas adecuadas para proteger sus activos de propiedad intelectual.